Inolvidable viaje a Pirineos
Pirineos nunca defrauda. El valle de Benasque menos aún, incluso cuando el tiempo no acompaña.
Y es que, un año más, los socios del Club Mammoth Tomás García y Juan Domingo, al frente de la delegación aragonesa del Club, nos han preparado un inolvidable viaje, esta vez a Castejón de Sos. Y un año más han vuelto a demostrar que cuando las cosas se hacen con ilusión y dedicación, volcándose tanto ellos como sus familias en su preparación durante semanas, sale todo bien y ni la lluvia puede hacer que esto cambie. Mira aquí todas las fotos del viaje.
Los 33 socios inscritos al viaje fuimos llegando a Castejón de Sos a lo largo de la tarde del viernes 29 de septiembre y ya en la cena, historias y risas comparten espacio con la búsqueda de la predicción meteorológica que más nos guste. Anuncian lluvias, pero eso no va a hacer que nos quedemos en el hotel.
Sábado 30 de septiembre
La mañana del sábado amanece nublada pero con buena temperatura, unos 14 grados. Tras un abundante desayuno, a las nueve y media comenzamos las rutas. Ambos grupos toman dirección norte por el valle.
El primer grupo comienza por los senderos del Ésera, pasando por la central hidroeléctrica hasta Sesué. El segundo grupo, mientras tanto, llega por pista a Villanova, y se junta con el grupo rojo durante unos minutos.
Nada más pasar por el Camping Borda de Arnaldet, en la zona de escalada bajo la ermita de San Sadurní, comienza a llover y mientras el primer grupo se dirige hacia Benasque por el pantano de Eriste, la urbanización del Linsoles y Anciles, el segundo se desvía hacia Sahún y el monasterio de Guayente -donde hará una breve parada para resguardarse de la lluvia- antes de seguir camino a Benasque siguiendo los pasos del primer grupo.
Tras una breve parada en Benasque y la foto de rigor en la conocida tienda de Barrabés, el primer grupo continúa por sendero paralelo al río Ésera hasta llegar a la central de Rigau y la zona de escalada de Sacs antes de iniciar el ascenso a Cerler por carretera, disfrutando de las vistas desde el mirador y continuado el ascenso por Paluenga hasta las cascadas del Ardonés o del Bom.
Mientras, el segundo grupo comienza a notar el frío tras una parada en Benasque y decide volver, camino del pantano de Eriste por los senderos por los que subió el primer grupo. A pesar de la lluvia disfrutamos de los senderos, siempre atentos a que las raíces no nos hagan terminar con nuestros huesos en tierra.
Tras las cascadas del Ardonés, el primer grupo se dirige por pista a Rincón del Cielo, donde aprovecharán para hacer un alto para el bocata e intentar, en lo posible, abrigarse. También recortarán la ruta bajando entre la niebla por la pista de Lábert hasta Eresué y continuando por carretera y pista hasta Castejón, pasando por Ramastué y Sos.
Después de lavar las bicis, nos hemos ganado una ducha caliente y una tarde de descanso para unos, y de visita a Benasque para otros.
Para cenar, el restaurante Ansils nos deleita con paté de la zona como entrante, una deliciosa crema de calabaza y carrilleras o trucha a elegir. La tarta de queso de postre termina de darnos las calorías que quemaremos al día siguiente.
El personal del Hotel Pirineos nos trata tan bien que ha puesto a nuestra disposición el servicio de lavandería y la posibilidad de secar calzado y mochilas en el cuarto de las calderas. Gracias a este detallazo, el domingo podremos salir de ruta con los pies secos.
Domingo 1 de octubre
El domingo amanece más fresco pero con una mejor previsión. Parece que hoy no lloverá. Un grupo de escapad@s inicia la subida a Chía por carretera, siendo neutralizados por el primer y segundo grupo antes de llegar a la ermita de la Virgen de la Encontrada, donde realizamos una breve parada para disfrutar de las vistas y tomar unas instantáneas.
Tras cruzar el pueblo, el grupo A se dirige por pista hacia Santa Ana y, por encima de la roca de Sobrepiara, ascienden en dirección a Plan hasta la pista de Pinedo. Mientras tanto, el grupo B continúa por caminos rurales hasta la cruz de Chía, evitando una batida de caza.
Comienza el descenso. El primer grupo va a descender 800m de desnivel en menos de 7 kilómetros por el sendero de Ñara y el camino desde Chía hasta el Run, donde visitarán la Ermita de la Virgen de Gracia. El segundo grupo disfrutará de unos senderos de cuento por el bosque de Villanova enlazando con los senderos de la central para llegar a Castejón.
Tras la comida en el hotel, con tristeza porque termina el fin de semana, cargamos las bicis en los coches para poner rumbo a nuestros puntos de origen. Nos llevamos de recuerdo este gran viaje y además un sabroso detalle: setas silvestre recolectadas por los paisanos del valle y arroz, con el que más de uno ya ha preparado un rico risotto, como este de Ana:
Ya tenemos ganas de que llegue #Pirineos2018. Mira todas las fotos aquí.
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